El recetario de Lakasa son platos que tuvieron su vigencia, pero que ya no forman parte de LaKarta en la actualidad.
Estas recetas y su numerosa información suponen una buena herramienta de consulta. Aquí quedan, para ser compartidas.
y compota de pera
Este pato azulón es un tipo de ave que vive en lagunas frías y cenagales de Francia. La estación para su consumo es breve: desde principios de octubre a mediados de febrero.
Ese entorno donde habita y su alimentación marcan el sabor de su carne. Como todo animal salvaje, su dieta se compone de la fauna y la flora a su alcance, en su caso de algas e insectos encontrados en las orillas y barrizales. Desde un punto de vista nutritivo, esta comida es la más sana que hay, sin aditivos de ningún tipo, una circunstancia que acaba por tener su reflejo final en el sabor de la carne del pato.
A Lakasa nos llegan desplumados y, una vez en la cocina, el primer paso es otorgarles un tiempo de mortificación: mantenemos las piezas unos días en la cámara para el envejecimiento de sus carnes, y así acentuar el sabor y matizar su textura. Con reposos cortos de tiempo, el pato aun presentará un gusto ligero en boca y carnes rígidas; y si aumentamos ese periodo de conservación, aparecerán aromas a humedad, las carnes oscurecerán y los tejidos perderán firmeza. La habilidad del cocinero será acertar con ese punto de maduración deseado.
Esta temporada nos hemos decantado por acompañar el pato de una salsa de curry rojo, elaborada a partir de un fondo oscuro de las propias carcasas del animal. El contrapunto picantito del curry le va de maravilla. A modo de guarnición, una compota de pera con piñones, canela y pasas. Estos días, las peras nos llegan con tan maduritas que no necesitamos añadir ni un gramo de azúcar para realizar dicha compota.
En los vídeos, mostramos dos interesantes documentos: el paso del pato azulón por Lakasa y la reserva donde son capturados en Francia.
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